SHAFAQNA- Abraham, conocido como Khalil o Khalil al-Rahman, era hijo de Azar, Taroh o Tarokh. Fue el segundo mensajero Ulul-Azm (arciprofeta) de Dios.
Las tres religiones monoteístas, el judaísmo, el cristianismo y el Islam, tienen sus raíces en Abraham y, por lo tanto, se denominan religiones abrahámicas.
Abraham fue el segundo profeta Ulul-Azm después de Noé. Es el progenitor de los árabes a través de su hijo Ismael y el progenitor de los israelitas a través de su otro hijo Isaac.
“Los profetas de las religiones monoteístas son descendientes de Abraham” (Sura Al-Anaam: versículos 84-86). Por eso se le llama Abu al-Anbya (padre de los profetas).
Su madre se llamaba Amaliya, Youna o Awsha. Nació entre 2000 y 1990 a.C. La mayoría de los investigadores creen que nació en Susa, en Babilonia o en la tierra de Harrán.
Abraham fue el fundador de la Kaaba y de muchas tradiciones que se han mantenido en las religiones monoteístas. La decimocuarta sura del Corán lleva su nombre y en 25 suras hay referencias a sus palabras y hechos.
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En Surah Mayram hay un indicio de una discusión entre Abraham y su padre. En el versículo 74 de la Sura Al-Anaam, Dios dice que se opuso a la idolatría de su padre y lo invitó al camino correcto, pero que su padre, Azar, se negó y lo amenazó. Después de mucha discusión, Azar juró que creía en Dios, y Abraham prometió pedirle perdón a Dios si creía. Sin embargo, Hazar no cumplió su promesa y Abraham se alejó de él.
Los versículos 76-79 de Surah Al-Anaam hablan de cómo logró el monoteísmo puro después de prestar atención a la luna, el sol y las estrellas.
Según el versículo 260 de Surah Al-Baqarah, Abraham le pidió a Dios que le mostrara cómo resucitar a los muertos.
Hay otros dos acontecimientos importantes en su vida. Uno son sus debates con Nemrud, el gobernante de Babilonia. Nemrud finalmente lo arrojó al fuego, pero Dios convirtió el fuego en una flor. (versículo 258 de Surah Al-Baqarah; versículos 68-69 de Surah Al-Anbya); (versículo 24 de Surah Al-Ankabut; versículos 97-98 de Surah Saffat)
Otro hecho muy importante que marcó la vida de Abraham es cuando Dios le ordena sacrificar a su hijo Ismael y él acepta y se propone cumplir el pedido. Sin embargo, en el último momento, Dios envía un carnero para ser sacrificado en lugar de Ismael y Abraham pasa con éxito la prueba divina.
Abraham fue llamado Haneef (justo y verdadero creyente). El Sagrado Corán enfatiza la gran y profunda conexión espiritual entre el Profeta Muhammad (Dios lo bendiga a él y a su familia) y su religión, con el Profeta Abraham. (versículo 68 de Surah Al-Imran y versículo 78 de Surah Hayy)
Se dice que vivió entre 170 y 200 años. Su tumba está ubicada en un lugar de Palestina ahora conocido como Al-Khalil.
Fuente: IQNA