SHAFAQNA – Hispan TV: “Irak dará una respuesta contundente, en el caso de que se verifique que Israel estuvo involucrado en los recientes ataques contra base militar de Al-Hashad Al-Shabi”, ha advertido la oficina del vicepresidente iraquí, Nuri al-Maliki, en un mensaje publicado a través de Twitter.
Varias explosiones sacudieron un depósito de armas de las Unidades de Movilización Popular (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe) de Irak en la base militar de Al-Balad, en la provincia central de Salah Al-Din. Las autoridades iraquíes culparon a EE.UU. y a su aliado israelí.
Al-Maliki, quien también es secretario general del partido islámico Dawa, ha advertido a Israel contra la continuación de esos ataques, ya que Irak “se convertirá en un campo de batalla que arrastrará a múltiples países del mundo, incluido Irán”.
El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, reiterando alegatos antiraníes, admitió implícitamente la autoría de las ofensivas en contra del territorio iraquí.
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Un informe publicado por el diario The New York Times (NYT), citando a dos altos funcionarios estadounidenses, reveló que los últimos bombardeos contra las posiciones de las fuerzas iraquíes habían sido ejecutados por la aviación militar israelí.
Al-Maliki, no obstante, ha destacado que la seguridad de la región, de la cual Irak es un elemento clave, es un tema colectivo y su protección requiere la responsabilidad de todas las partes. “La seguridad de la región se verá amenazada, si Israel viola la soberanía iraquí”, ha sostenido.
Al-Hashad Al-Shabi es una combinación de casi 40 grupos voluntarios que se formaron en 2014 en pleno auge de EIIL (Daesh, en árabe) para luchar contra este y otros grupos terroristas. De hecho, las fuerzas populares desempeñaron un papel crucial en la lucha antiterrorista y apoyaron al Ejército nacional a liberar los territorios iraquíes usurpados por los extremistas.
Israel, junto con Washington, tachan a las fuerzas populares iraquíes que operan bajo esta milicia de “grupos terroristas dirigidos por Irán”, una acusación rotundamente rechazada por el Gobierno de Bagdad.