Designación divina, la primavera de la vida; por el aniversario de la designación del profeta Mohamad (P)

by Katie

SHAFAQNA – El sagrado Corán considera la designación del Profeta como el regalo de una bendición a la humanidad, tal como se lee en la aleya 164 de la sura La familia de Imran:

 Alá ha agraciado a los creyentes al enviarles un Enviado salido de ellos, que les recita Sus aleyas, les purifica y les enseña la Escritura y la Sabiduría. Antes estaban evidentemente extraviados.

Agradecemos a Dios por esta gran bendición y celebramos el día de la entrada del hombre al mundo de la luz y el conocimiento.

Cuando el gran profeta del Islam cumplió 40 años, Dios encontró a más puro, el más obediente y el más humilde entre los seres humanos para confiarle su Corán. Entonces, le eligió como guía. Luego, Mohamad (P) fue visitado por el ángel Gabriel, que bajó de los cielos en un halo de luz. Gabriel arribó y, tomando por los hombros al hazrat Mohamad, le dijo:

¡Lee en el nombre de tu Señor que ha creado!

Ha creado al hombre de un coágulo.

¡Lee, que tu Señor es el más Generoso!

El que enseñó por medio del cálamo,

enseñó al hombre lo que no sabía. (sura Al-Alaq, aleyas 1-5).

Gabiel le reveló a Mohamad lo que había recibido de Dios y subió al cielo. El Imam Hadi (P) describe así este suceso: Mohamad bajó del monte Hara, sorprendido por la visita majestuosa de la gloria divina. La visita de Gabriel y el vínculo con Dios le había afectado tanto que temblaba, como si tuviera fiebre. Entonces, Dios decidió asegurar su corazón y, en el camino de regreso, los montes, las rocas, las piedras y todas las cosas por las que pasaba le saludaban y decían: Saludos al mensajero de Dios.

La elección del profeta del Islam es uno de los más importantes sucesos en la historia de esta religión divina y ha tenido un gran impacto en el destino de los seres humanos. Bisat (en árabe) significa el envío de un ser humano por parte de Dios, todopoderoso, para guiar a los demás.

No se puede limitar la elección de Dios a una tribu en particular, sino la elección está dirigida a toda la humanidad y todos los siglos y épocas. A través de la elección del gran profeta del Islam, Dios, gracias a su abundante misericordia, llamó a los seres humanos a despertar. Este llamado divino se llevó a cabo a través de Gabriel y se difundió en la tierra por la boca de Mohamad (P).

Antes de la designación del Profeta, el mundo estaba al borde de la degeneración y una gran debacle se avecinaba. En la comunidad humana reinaba la  ignorancia, el saqueo, la opresión, la corrupción, la discriminación y la injusticia, de hecho, estaba lejos de la moralidad y la humanidad. Mientras tanto, la región de la península arábiga, especialmente la zona de Hiyaz, sufría la peor situación desde el aspecto cultural, político, económico y social. Las mujeres no solo habían sido  privadas de sus derechos básicos, sino que eran comercializadas como meros artículos, en muchos caso  enterraban viva a las niñas recién nacidas. Como lo mencionan las aleyas 58 y 59 de la sura Las abejas (Al nahl):

Cuando se le anuncia a uno de ellos una niña, se queda hosco y se angustia.

 Esquiva a la gente por vergüenza de lo que se le ha anunciado, preguntándose si lo conservará, para deshonra suya, o lo esconderá bajo tierra… ¡Qué mal juzgan!

El sagrado Corán, en diferentes aleyas, habla sobre los objetivos de la designación de los profetas. El principal objetivo de la designación de los profetas es la invitación al monoteísmo y al rechazo del ateísmo. Tal como lo dice  la aleya 36 de la sura Las abejas:

Mandamos a cada comunidad un enviado: «Servid a Alá y evitad a la Tiranía ».

De hecho, se puede considerar que la tarea principal de los profetas fue la erradicación de la ignorancia para sustituirla por los valores divinos. Otro objetivo de la designación de los profetas fue el establecimiento de la justicia en la sociedad. La aleya 25 de la sura El hierro (Al hadid) dice:

Ya hemos mandado a nuestros enviados con las pruebas claras. Y hemos hecho descender con ellos la Escritura y la Balanza, para que los hombres observen la equidad.

 

El gran profeta del Islam considera que el principal objetivo de la elección de profetas es la perfección de la sabiduría y el conocimiento, pues la confirmación del monoteísmo en la sociedad humana requiere del aumento de la sabiduría. Según el Profeta Mohamad, “Dios no ha elegido a ningún Profeta y mensajero excepto para completar la sabiduría, para cumplir con el conocimiento y, por tanto, su conocimiento debe ser más elevado que el de su nación”.

De tal modo, la elección del Hazrat Mohamad dio origen al Islam y, con ello, a los movimientos islámicos y la formación de la comunidad islámica unida y, desde este aspecto, es incomparable con cualquier movimiento. De hecho, la designación del Profeta creó una revolución en todas las comunidades y mostró que hasta las más incultas sociedades que tienen miedo de cualquier cambio a sus costumbres pueden escaparse de esa situación y encaminarse hacia la felicidad.

Los 23 años de los esfuerzos y la lucha del Profeta (P) tuvieron resultados tan fructíferos que, sin haber pasado mucho tiempo, los musulmanes establecieron una magnánima civilización en el mundo.

El Profeta Mohamad, como el último mensajero de Dios, presentó el más completo plan de la felicidad para las diversas generaciones. Entonces, cuanto más los seres humanos recurran a la fuente de las enseñanzas ofrecidas por el Profeta, se eliminará más la fealdad y la devastación de la imagen de la comunidad humana, y todos atestiguarán un mundo más bello.

El Hazrat Mohamad, como el mensajero del Islam, cambió en un corto periodo las condiciones de esta sociedad dura y violenta, y después de 13 años, fundó un Estado basado en la ciencia, la justicia, el monoteísmo, la espiritualidad y la moralidad.

Justo después de la preparación del terreno para la formación del Estado islámico, el gran Profeta emigró de La Meca a Medina y, como primera medida, ordenó la hermandad entre los musulmanes y eliminó la antigua enemistad entre ellos.

Luego les equipó con el arma de la ciencia y la alfabetización. Mohamad (P) ofreció un ritual al mundo que siempre garantiza la felicidad y la bondad de la humanidad. Respondió a la necesidad del hombre de adorar a Dios de la forma más perfecta. El Profeta creó una profunda revolución en los conceptos y valores de la comunidad humana, y familiarizó al mundo con el amor, la humanidad, la fe y la justicia.

Will Durant, famoso historiador estadounidense escribe: “Si evaluamos el grado de influencia de este gran hombre sobre la gente, hay que decir que el Hazrat Mohamad (P) es una de las más grandes personalidades en la historia de la humanidad. Él se esforzó por aumentar el nivel del conocimiento y la moralidad en una tribu que se había vuelto violenta por el calor y la sequía del desierto. En este sentido, alcanzó éxito, un mayor que el de todos los pacificadores del mundo. Se puede encontrar poca gente, pero ninguna como él, que haya alcanzado todos sus deseos en el camino de la religión, pues él creía totalmente en su religión.

Otorgó al mundo una nación unida de tribus dispersas en el desierto. Creó una religión clara y poderosa por encima del judaísmo, cristianismo y la antigua religión de Arabia Saudí. Presentó una religión basada en la valentía y la lucha contra el racismo que, en una generación, ganó cien batallas y, en un siglo, formó un enorme imperio y, en nuestro tiempo, sigue siendo una importante fuerza que influye sobre la mitad del mundo”, concluye Durant.

En general, se puede decir que el Profeta (P) le otorgó al mundo vida material y espiritual, una vida cultural y económica, una vida política y social. La felicidad es para quienes responden a la invitación de esta vida.

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