NAHYUL BALAGHA – IMAM ALÍ (P) ¡Oh Vosotros que Intentáis Comprender los Atributos de Dios, Leed el Sagrado Corán! II

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SHAFAQNA – El discurso 91 de la obra Nahyul Balagha contiene el discurso llamado “Al-Ashbah” uno a los que se han referido muy frecuentemente los historiadores y biógrafos del Imam Alí (P) Los comentaristas del “Nahyul Balagha” dicen que alguna vez alguien le pidió a Imam Alí (P) que describiera a Dios de tal modo que fuese como si lo vieran con sus propios ojos. El Imam Alí (P) se sintió molesto por esto, porque no es posible describir a Dios de este modo, ni es necesario intentar comprenderle de esa forma, como tampoco tiene sentido hacerlo en este mundo.

(Otra parte del discurso)

Ha destinado claras limitaciones y concedido específicos confines y lugares en el tiempo y el espacio, a todas las cosas que Ha creado. A cada una de ellas, le asignó una posición y un lugar en la organización
de la naturaleza tan convenientemente fi jada, que ninguna de ellas puede cambiarlo ni puede ir más allá de ello o quedarse rezagada. Todas se mueven en una dirección (El movimiento unidireccional de la naturaleza que es el último descubrimiento de la ciencia) y tienen que alcanzar el lugar que les ha sido decretado. Cuando ordenó a la naturaleza y a todo lo que hay en ella para actuar de acuerdo a Su Voluntad, obedecieron de modo implícito e inmediato.

¿Cómo pueden atreverse a desobedecer Sus Mandatos cuando su propia existencia y todo lo que hay a su alrededor y lo que hay dentro de ellos y más allá de ellos, fue el resultado de Su Voluntad y Su Decreto? Originó las diferentes formas de la creación -la energía, al hombre y su maravillosa mente- sin sentir ninguna necesidad de especular durante el proceso o meditar sobre las formas o contemplar las leyes que gobernarían la creación, existencia e interdependencia de todas las criaturas. Su arte
de crear no fue el resultado de ningún deseo de Su Corazón de hacer algo, ni necesito valerse de experiencias que el paso del tiempo o el envejecimiento de la creación le pudieran proveer, ni Se vio forzado a buscar la ayuda de algún copartícipe para modelar, evolucionar e inventar este maravilloso universo.

Fue simplemente Su Deseo por lo que la creación llegó a existir, obediente a Sus Órdenes y sumisa a Su Mandato. No hubo posibilidad de que nada demorase la observancia de Sus Mandamientos, ni que pusiera objeciones a la consecución del curso que Él le había determinado. Sus Órdenes no
admiten demora, disensión, protesta u objeción. Todo fue obediencia, sumisión y docilidad. Cada parte y partícula, segmento o criatura y, todo afecto y fase de la creación fue perfecto e idealmente completo, porque, mientras se la hacía existir suavizó y retiró lo que no era necesario, todas las tendencias opuestas o contradictorias, las propiedades inarmónicas y conflictivas, todas las disparidades, diversidades e introdujo afinidades, atracciones, similitudes y analogías.

Hizo cada parte de esta gran organización y todo lo que en ella había interdependiente con todo lo demás refiriéndose a los cielos, Imam Alí (P) dijo:

Ha reunido galaxias gigantescas y vastas, en grupos de ellas sin que existan lazos que aparentemente las interconecten unas con otras. Del mismo modo ha ordenado los espacios dentro de cada una de ellas de tal modo que estas galaxias puedan influir unas sobre otras50. Las ha puesto a trabajar armónicamente. Todo el sistema de estos racimos de galaxias están tan maravillosamente ordenado que los ángeles que bajan con sus mensajes y vuelven con las notificaciones de las actividades de Sus criaturas no encuentran ninguna dificultad en sus idas y venidas. Cuando el universo se encontraba todavía en forma de gas primordial, le ordenó que tomara forma, lo configuró para que al coagularse, tomara la forma de millones de galaxias que tenían dentro de sí a Soles, planetas, polvo interestelar y conglomerados.

A continuación cerró estas galaxias de tal modo que no quedaran espacios entre ellas y cada una formase una unidad completa, pero la materia en ellas se dispuso de tal modo que permitió que ciertas formas de creación pasaran a través de ellas (por ejemplo la luz. Los rayos cósmicos y la radiación) al mismo tiempo los espacios abiertos estuvieron tan bien guardados por las estrellas -meteoritos, soles, planetas, polvo interestelar que nada podía pasar a través de estos guardianes a menos que él así lo quisiera. Ordenó a estos guardianes que se mantuvieran en sus puestos y no se apartaran de su curso: todos obedecen Sus Mandamientos.

Ordenó al sol que proveyera de luz a esta tierra, y a la Luna a que esclareciese las oscuras noches con su placentera y difusa luz. Los hizo que girasen en sus órbitas correspondientes y les asignó determinadas velocidades, de modo que se pudieran diferenciar los días de las noches y pudiera determinarse el periodo de un año al igual que otras útiles estimaciones y cálculos tal y como las estaciones, corrientes y vientos marinos, movimiento de las nubes, tormentas de viento, eléctricas, etcétera.

Mirad al cielo, parece como si el Sol, las estrellas y los planetas fueran linternas colgadas en el firmamento o perlas engarzadas en hermosas formas. Hay meteoritos que actúan como arqueros en el espacio exterior.

Todos y cada uno de ellos están en su puesto bien como un planeta, luna o sol, cometa o meteoro, todos moviéndose en su órbita. Algunos parecen venir cerca y después se alejan.
Refiriéndose a los Ángeles, el Imam Alí (P) dijo:

Creó a seres maravillosos llamados ángeles para que poblaran los diferentes espacios de los cielos y galaxias, y para que habitaran los más elevados y distantes confines de Su Reino. Llenó con ellos todo rincón de los espacios vacíos -de las galaxias- y, sus voces se alzaron en Alabanzas para Él y recitando Sus oraciones con las que llenaron el espacio y resonaron a través de las regiones de las galaxias santificando el universo y llenándolo de aclamación de Su Gloria y Grandiosidad. Más allá de estos ecos, que ensordecerían si pudieran ser escuchados, está el área de Brillo Supremo, su luminosidad es tan intensa y profunda que los ojos no pueden soportarla y por consiguiente no pueden verla.

Ha creado a los Ángeles en formas y tamaños diferentes, Se les han otorgado cuerpos y fortaleza apropiados para volar, alaban su Fuerza, Gloria y rezan por Su Gracia y Favor. Saben lo que son y no pretenden para sí Sus Atributos, ni pretenden que pueden crear nada de que solo él puede hacer. Son Sus criaturas leales, respetables y honorables. Le obedecen y nunca dicen nada a menos que Él lo desee. Dios ha hecho de ellos, fieles mensajeros de Sus revelaciones, portando Sus Mandatos y Mensajes para Sus Profetas (P) y Mensajeros (P). Los Ángeles están por encima de toda duda y sospecha, ya que nunca van en contra de Su Voluntad. Los Ha dotado con Su Guía y Gracia. Son humildes y sumisos ante Él, pasan sus vidas alabándoles y rezando por sus Favores y Gracia, comprenden completamente que no hay Dios sino Él, el todopoderoso. Su existencia no está manchada por pecados. El día y la noche -o el paso del tiempo- no les afecta. No tienen dudas de Su Poder, Justicia, Fuerza y no modifican el estado de su fe en Él. Su creencia no puede dar paso al escepticismo y no se envidian unos a otros. La Gloria de Dios y la grandeza de Su Reino son completamente comprendidas por ellos por lo que, ningún truco o señuelo pueden cambiar el estado de su fe.

Las estaciones no tienen lugar en su mente y de este modo tienen una clara idea y muy precisa del propósito para el cual han sido creados. Algunos de ellos son colocados sobre nubes portadoras de lluvia, algunos sobre montañas y colinas y otros cumplen con su deber en el reino de la oscuridad perpetua mientras que hay otros que han sobrepasado la profundidad de estas tierras. Son como banderas blancas que hubieran perforado el espacio donde sopla un suave viento que les ayuda a mantenerse en su lugar. No tienen otro trabajo que orar a Dios y cumplir con los deberes que Él les Ha asignado.

Su firme creencia en Dios, Su Fuerza y Su Gloria es la esencia de su fe. Y esta fe, les impulsa a cumplir por Dios los deberes que Les asignó. No esperan ni desean nada de nadie excepto Su Gracia y Generosidad.

Han visto la Grandeza de Su Poder y se han dado perfecta cuenta de la Majestuosidad de Su Reino. Son sinceramente temerosos de Él y están constantemente en oración. No hay indolencia o pereza en ellos ni pueden rebelarse nunca contra Sus Órdenes, ni son negligentes es el cumplimiento de sus deberes.

No obstante su larga existencia, se la pasan buscando Su Favor y Agrado, y sin embargo, esto no los cansa ni les agota. Aunque tienen una posición tan noble y elevada en Su Reino, son humildes y Le temen como cualquier otra criatura. No son arrogantes, y no se imaginan su trabajo, la realización de su deber y sus oraciones como algo de lo que puedan enorgullecerse.
La auténtica concepción de Su Fuerza y Grandeza, lo les ha impedido percibir sus propias virtudes. Una larga vida de oración y cumplimiento de deberes no les ha hecho perezosos o indolentes, ni están cansados de buscar Sus Favores, ni tienen ningún otro trabajo que les mantenga alejados del deber y las oraciones. No buscan el descanso ni el placer, no olvidan sus deberes, sus obligaciones y no cederán a las tentaciones.

Desean hacer de su fe y confianza en Dios, provisión para el Día del Juicio. No le rezan por codicia, porque el único objetivo de su existencia es el de buscar Su Agrado. Su deseo ardiente de asegurar Su Favor y su temor de Dios, les mantiene vigilantes, cuidadosos, perseverantes y apartados de la negligencia, el letargo, la tentación, la avaricia, el orgullo, la arrogancia y la autoalabanza. Los placeres mundanos no los pueden tentar o persuadir para abandonar sus deberes.

El orgullo nunca les persuadió a estimar su trabajo y así mismo, Shaytán no los puede seducir para dudar de la Justicia de Sus Órdenes, Recompensas y Castigos. La envidia nunca les hizo enemistarse o apartarse unos de otros. La enemistad o avaricia no les afectó haciéndoles disentir unos de otros e igualmente para oponerse entre sí. La timidez y el miedo no se apoderan nunca de ellos. Son sinceros en su creencia, el mal nunca podrá confundirlos y la pereza tampoco los apartará de sus deberes.

Nada puede convencerlos para abandonar a Dios. No existe un centímetro de espacio en los cielos en la que no haya un ángel rezando a Dios orealizando algún deber que le haya sido asignado. Cuanto más rezan, más grande llega a ser su conocimiento de Dios, y más firme llega a ser su fe en Su Poder y Gloria.

Seguidamente, Imam Alí (P) discute sobre la tierra, lo que contiene y cómo fue habitada por Adán y su descendencia: Dios todopoderoso ha solidificado y esparcido esta tierra sobre materia muy profunda y a partir de olas terribles y gigantescas. La violenta masa estaba muy agitada con enormes olas, empujándose unas a otras y adosándose una sobre otra hasta que se fueron solidificando de manera gradual. Esto continuó hasta que la presión de la tierra sólida –corteza mantuvo a las masas internas -volcánicas- bajo control, como si la tierra estuviera presionando con su pecho el turbulento material dentro de ella y forzándole a enfriarse. Su sólida corteza, con ayuda de las montañas, la presionó por todas partes de modo tal que tuvo que liberar su energía en forma de volcanes para abrir paso a presiones muy fuertes. La tierra por consiguiente se enfrió, y la tumultuosa masa fue controlada en el subsuelo, liberando eventualmente grandes cantidades de agua -en pequeñas corrientes- desde los volcanes. Estas corrientes, comenzaron a llenar los valles. Las depresiones y las tierras bajas con agua, convirtiéndolas en lagos, pantanos, mares y océanos. La violenta energía -volcánica- de la tierra, también encontró otro camino, se enfrió en forma de altas y elevadas montañas que tienen sus bases profundamente injertadas en la corteza terrestre. Estas montañas tienen un gran efecto para el equilibrio de la tierra, actuando como freno a sus movimientos (flotación de los continentes) Entonces, Dios proveyó a la tierra de aire para dar los medios de respiración y existencia a las criaturas vivientes quienes posteriormente la habitarían. El océano de la atmósfera era muy grande, extendiéndose como una envoltura desde la superficie de la tierra hasta una apreciable extensión del espacio. Por consiguiente, después de proveer así a la tierra, Dios hizo existir a los seres vivientes que poblarían su superficie y les proveyó de todo lo necesario y todas a las actividades necesarias para mantenerlos vivos y para que se propagasen sobre la tierra. Las tierras que no recibieron agua de los ríos y lagos, no fueron dejadas secas. Dios dispuso regarlas con nubes que descargarían lluvia. Estas nubes trajeron vida a estas tierras donde floreció la vegetación, creció la hierba y se desarrollaron los bosques. Pequeñas extensiones de nubes desperdigadas se reunieron para espesarse al quedar cargadas de agua y extenderse sobre áreas muy amplias. Entonces fueron empujadas por el viento, el trueno y el relámpago aparecieron en su interior.

Se les ordenó entonces que avanzaran sobre las tierras a las que estaban destinadas a regar. Llevadas en las alas del viento, estas nubes se desplazaron de un lugar a otro, regando, inundando y fertilizando altiplanicies y valles. Así regadas, esas tierras se volvieron fértiles. ¡Qué hermosas se veían con bellas fl ores, verdes campos y árboles frutales, que proveían de alimento a los hombres y a las bestias! Dios dispuso a la tierra de tal modo que la gente se pudiera desplazar de un lugar a otro e hizo el sol, la luna y las estrellas para que proveyeran de luz durante el día y la noche y actuaran como indicadores de dirección.

Cuando el Señor Misericordioso hizo la tierra perfectamente adaptable a los seres vivos, seleccionó a Adán de entre todas las criaturas porque Adán tenía una mente y cuerpo superiores. Le hizo el primer ser humano y padre de la humanidad. Permitió a Adán vivir en su paraíso y le dio libertad de comer y beber todo lo que deseaba excepto una cosa. Se le advirtió a Adán de las consecuencias de ir en contra de tal prohibición al informársele que al comer del fruto prohibido, supondría una desobediencia y haría peligrar extremadamente su posición y prestigio.

Pero Adán no pudo resistir a la tentación e hizo lo que se le había prohibido hacer. Su espíritu se negaba pero la carne fue débil. Dios Misericordioso sabía lo que ocurriría y, cuando Adán se arrepintió, lo envió a esta tierra.

Esta tierra le fue asignada porque Dios quería que la descendencia de Adán habitase la misma, de modo que a través de ellos fueran probados y conocidos Su Gloria, Misericordia, Poder y Grandeza.

Después de sacar a Adán del paraíso, no mantuvo a sus descendientes ignorantes de las evidencias de Su Divinidad y no les dejó en la oscuridad para que Lo ignoraran o no comprendieran Su Benevolencia y Generosidad. En todos los periodos de la civilización humana, envió a Sus Profetas (P) salidos de entre los seres humanos. Ellos trajeron sus Mensajes y actuaron como enlace entre Dios y los hombres; esto continuó hasta nuestro Santo Profeta (Bpd) cuando esta forma de educar la mente humana llegó a su estado final. Nuestro Santo Profeta (Bpd) fue el último Enviado de Dios, quien finalizó así la educación humana y reiteró la advertencia a los seres humanos de los efectos nocivos de ignorar a Dios.

Dios Todopoderoso proveyó de sustento a todas las criaturas. Algunas
de ellas recibieron más que las otras. Por consiguiente, hay algunas que son ricas y otras son pobres. Sin embargo, esta clase de reparto está basado en la equidad, y al mismo tiempo, es un hecho evidente que Dios ha probado a la gente de ese modo. Dios quiere observar si la riqueza hace a la gente agradecida con él y les persuade a mostrar gratitud a través de sus palabras y actos y, desea observar así mismo, si la pobreza desarrolla la paciencia y la resistencia en el hombre y si recuerdan de agradecerle incluso en circunstancias adversas. Siempre inherentes con las grandes riquezas están los peligros de la pobreza y el hambre. Acechando en tiempos de paz y prosperidad hay monstruos de calamidades desconocidas e infortunios imprevistos; habitualmente, aflicciones y pesares se encuentran mezclados con alegrías y el bienestar.

En conclusión, no hay felicidad o bendición de este mundo que se encuentre en estado puro. Uno debe recordar esto y no dejarse llevar por la vanidad y arrogancia, la desesperación o la desconfianza.

Tal y como es la condición respecto a la riqueza, el bienestar y la felicidad, ocurre con la edad. Él ha fijado diferentes periodos de vida para cada ser humano. Algunos tienen largas vidas mientras que otros mueren prematuramente. Algunos irán siempre por delante mientras a otros les es dado esperar. Empero, la vida terminará siempre con la muerte.

Sus atributos de Omnisciencia y Omnipotencia hacen que les sea fácil conocerlo todo. Conoce los secretos de quienes intentan ocultárselos.

Escucha los susurros en tonos muy bajos. Está familiarizado con los pensamientos ocultos en lo profundo de la mente, las malas intenciones que se alojan secretamente en el corazón humano y los perversos deseos encubiertos por la hipocresía. Las charlas en voz baja que son difíciles de escuchar -incluso con la mayor atención y cuidado- son escuchadas por Él. No hay absolutamente nada de lo que Él sea ignorante o desinformado.

Conoce en dónde y cómo los pequeños organismos pasan sus vidas. En donde pasan el verano las hormigas y en donde duermen los gusanos durante el invierno. Escucha los apenados gritos de los animales sin habla y los pasos de las personas que caminan silenciosamente. Sabe cómo se desarrolla cada capullo bajo la cubierta de verdes hojas y cómo florece.

Está consciente del habitáculo y la morada de cada bestia en las cuevas de las montañas y en la espesura de las junglas. Conoce bajo que hoja y dentro de qué corteza de árbol viven y se multiplican los mosquitos.

Conoce de qué parte una rama florecerá o cual esperma pasará a través de su ciclo normal y se formará un feto. Conoce que gotas de agua –de un océano- se elevaran en forma de vapor para transformarse en nubes y cuáles de esas nubes recorrerán los cielos y que parte de tierra fertilizarán.

Es consciente de la historia de vida de cada gota de lluvia, cada partícula de arena, cómo comenzó su existencia y de cómo el viento la ha llevado de un lugar a otro y cómo un día llegará a su fin.

Conoce los lugares que han sido destruidos o nivelados por inundaciones. Reconoce las huellas de los insectos en las colinas de arena, los nidos de los pájaros en las cumbres de elevadas montañas y las canciones de los pájaros que cantan a la sombra de frondosos árboles. Sabe que concha de mar lleva una perla adentro y cual no, lo que está oculto en las profundidades del océano, lo que es ocultado a por las tinieblas de la noche, lo que descubren los rayos solares y cómo la luz viaja e ilumina las cosas.

Es Conocedor de las formas de movimiento y locomoción de cada organismo viviente y también de la forma en que reaccionará al contacto con cualquier cosa exterior. Oye el sonido de cada palabra dicha, observa el movimiento de cada labio, conoce el peso de cada partícula, de hecho, todo lo que existe sobre la tierra y más allá de la misma, es conocido por Él. No tiene que hacer ningún esfuerzo para conocer o comprender todas estas cosas. Nada puede evitarle que conozca todo acerca de Sus criaturas o que las sostenga, alimente, mantenga y proteja.

Nunca se ha sentido cansado, lento, ocioso o débil a la hora de sostener al Universo como Él desea. Conoce completamente cada detalle de todas estas gigantescas organizaciones y hace que cada parte de ellas, funciones de acuerdo al Plan que Él ha establecido. Su Poder, Grandeza y Deseo de organizar, gobernar e influenciar a cada parte, cada fase y cada aspecto de esta poderosa creación también reciben, por Su Orden Sus Favores y Bendiciones. Aún así, Sus criaturas no son capaces de agradecérselo tanto como Su Bondad y Misericordia merecen.

¡Oh Señor! Tú y sólo tú mereces todas las alabanzas y Aclamaciones.

¡Señor! Tener fe y confianza en ti es la mejor forma de lograr bienestar, valor y estabilidad mental. Esperar las mejores de Tus Bendiciones, es la mejor forma de esperanza. ¡Señor! ¿Cómo puedo agradecerte? Me has concedido tal poder de discurrir que no te alabo más que a Ti. No puedo alabar a otro, no puedo aclamar a quienes no lo merecen; no puedo ensalzar aquellos en quienes no se puede confiar, que son recelosos y de los que hay que dudar siempre. Siempre me he abstenido de alabar a las personas y a tus criaturas. ¡Señor ¡ Todo aquel que se da cuenta sinceramente de los favores que le han sido concedidos -por Ti- y en consecuencia alaba al que se los ha dado, merece recompensa de aquel a quien alabó.

Mi confianza ¡Oh Señor! Está en Ti, espero que me perdonarás, porque sólo Tú Eres fuente de perdón, amor, salvación y bendiciones eternas.

¡Señor! Estoy de pie ante Ti, y soy una persona que sinceramente cree que no hay Dios sino Tú y que nadie es más merecedor de Alabanzas sino Tú. Déjame ser agraciado, mi Señor, con Tu Favor y Delicias y, no dejes que extienda mis manos ante otro sino ante Ti. Ciertamente Eres Grande y Todopoderoso.

Source: ABNA Spanish

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