¿Cómo se Puede ser tan Desagradecido Hacia un Dios tan Benevolente, y Cómo se Puede ser tan Despreocupado de su Propio Bien?

by Katie

SHAFAQNA – En el Sagrado Corán hay un pasaje que dice:

«¡Oh hombre! ¿Qué te ha distraído de tu Señor Gracioso y Misericordioso?»
(82:6)

Hablando respecto a este pasaje, el Imam Alí (P) hace dos preguntas simples y directas: ¿Cómo se puede ser tan desagradecido y desobediente hacia un Dios tan Bueno y Benevolente, y cómo se puede ser tan despreocupado de su propio bien?

Le dice a continuación que, de hecho, este mundo le seduce, corre locamente tras él y cuando el mundo se da cuenta de esto, intenta capturarlo. El Honorable Imam Alí (P) ha ofrecido advertencias en contra del vicioso mundo en formas de tristes ejemplos de aquellos que corrieron en pos de él.

El hombre a quien se dirige esta pregunta, es incapaz de responder; está engañado y no se encuentra en posición de pedir perdón por su necedad dado que cayó fácilmente presa de las tentaciones de este mundo; no usó su sentido común para saber hacia dónde iba y lo que estaba haciendo. El discurso dice:

¡Oh hombre! ¿Qué te hizo tan audaz como para cometer pecados? ¿Qué te distrajo de tu Bondadosos Señor? ¿Qué te hizo aceptar tu propia condenación y estar contento con ella? ¿No hay remedio para tu mal? ¿No despertarás de tu sueño? ¿No tienes misericordia de tu alma aunque puedes ser tan bueno y misericordioso hacia otros?

Cuan a menudo ha sucedido en tu vida que tuviste piedad hacia otros y fuiste en su ayuda y protección. Viste a un hombre sentado a plena luz del sol y teniendo piedad de él, le ofreciste sombra y protección. Viste a una persona que gritaba de dolor y sentiste pesar por ella y fuiste en su ayuda.

¿No es asombroso que sientas tanta simpatía por otros más que por ti mismo? ¿Por qué estás tan satisfecho con tu triste suerte? ¿Por qué estás tan descuidado acerca de u futuro y negligente acerca de tus calamidades?

¿Has llorado tanto por ti mismo que la sucesión de penas ha desarrollado en ti una letárgica pena? ¿Por qué esta mórbida despreocupación, aunque te amas a ti mismo más que a ningún otro?

Me pregunto por qué el pensamiento de Su Castigo no te mantiene despierto por la noche aunque estás tan envuelto en vicios y pecados por lo que ciertamente mereces Su Castigo.

Despierta, sal des esa indiferencia tan pecaminosa, criminal y negligente por tu propio bien. Haz un esfuerzo para ser bueno y virtuoso. Sigue firmemente el camino de al verdad y la nobleza. Persevera en obedecer a Dios, intenta mantener constantemente su recuerdo en tu mente. Date cuenta de que quiere atraerte hacia Él. Dios está avanzando hacia ti con Su Misericordia y Su Gracia y tú, apartas de Él tu rostro de forma arrogante, impúdica y pecaminosa. Él Te invita a alcanzar Su Perdón y Bendición. Él cubre y pasa por alto tus vicios y pecados. Desea llevarte al resguardo de Su Bondad y Misericordia, pero tú vuelves el rostro hacia cualquier otro y te apartas de Él.

Qué Sublime y Noble es el Señor, aunque es tan Omnipotente y Poderoso, es sin embargo Tan Bueno, Benevolente y Compasivo. Pero tú, a pesar de tu humildad, impotencia y desamparo, eres tan arrogante, desagradecido, degenerado y que comete pecados y vicios, aunque tu propia existencia dependa de Su Favor y Benevolencia. No te excluyó de Sus Generosidades y Benevolencia. No castigó tus debilidades e infamias. En toda Merced que creo a tu favor por cada uno de tus pecados que ocultó a las miradas de la gente y durante cualquier calamidad e infortunio que Evitó que te afectara, no estuviste ni por un segundo fuera de la influencia de Su Favor y Bondad.

A pesar todo ello, sigues cometiendo pecados y vicios. ¿Qué piensas entonces, de continuar cometiendo los pecados y vicios que deseas? ¡Qué puedes pensar de Dios que Amable hacia ti, a pesar de todas tus maldades y depravación? ¿Cuál habría sido Su actitud hacia ti si le hubieses sido fiel y obediente? ¡Qué no te hubiera concedido!

Piensa una vez más, ten completa consideración a tu caso. Supón que hay dos personas, ambos son iguales en fuerza y poder y una de ellas eres tú, supón que la otra persona es buena, compasiva y graciosa hacia ti, hasta el extremo de la mayor ternura y amor, y tú te comportas arrogante,
infiel y deslealmente hacia ella, en respuesta a toda su amabilidad y buena voluntad hacia ti, pero de ti, no salen sino rudezas, impudicia y depravación. En tal caso, ¿Cómo decidirías de ti mismo y cual sería tu veredicto por tu conducta? Sé honesto e imparcial contigo mismo y piensa
de nuevo ¿Cuál sería tu veredicto?

Déjame decirte otra verdad, este vicioso mundo no te engañó y sedujo, de hecho, tú corriste a propósito tras él, y le dejaste que te sedujera y arrastrara hacia él. Cuando vio que te sentía atraído por él, cayendo fácilmente por sus halagos, sólo entonces decidió tentarte y embaucarte.

Pero incluso entonces te advirtió de las consecuencias y los resultados de que corrieras tras él. Explicó todo clara y abiertamente y no te ocultó nada. Las consecuencias y efectos de tus malas acciones en tu cuerpo y mente, fueron experiencias que conociste ampliamente tanto en ti como en la forma de los cuerpos enfermos y achacosos de la gente reprobable y perversa a tu alrededor. Pudiste observar que insanos y enfermos se habían vuelto sus cuerpos y mentes. El mundo entonces, te dijo la verdad, sólo la desnuda verdad.
No te mantuvo en la ignorancia respecto al resultado de tus acciones.

Junto a esos evidentísimos ejemplos de una vida pecaminosa, hubo muchos de tus seres queridos que te aconsejaron bien, te dijeron que no fueras vicioso y que miraras bien a tu alrededor, pero no tuviste fe en ellos, los desmentiste y les contradijiste.

Si miras con los ojos de tu mente las ruinas de las casas, palacios y ciudades abandonadas, encontrarás en ellas buenos ejemplos y consejos para que te des cuenta y comprendas el valor real y el escaso valor de una vida perversa, y verás que esas ruinas son como compasivos tutores que no desean que hagas una ruina de tu propia vida y de tus oportunidades.

Para el hombre que no considera al mundo como un lugar de recreo permanente, el mundo es un buen lugar en donde estar. Sólo aquella gente que se abstenga de la tentación de pecar, alcanzará la salvación y Sus Bendiciones las que recibirá en este mundo. Cuando llegue el Día de la Resurrección, y cuando los temblores destruyan esta tierra, entonces, todo credo y Religión, tendrá a sus seguidores congregados, todo sacerdote y predicador tendrá a sus discípulos a su alrededor y todo líder encontrará a sus seguidores congregados junto a él. Entonces, comenzará el gobierno de la justicia perfecta, toda acción, pequeña o grande, todo hecho, bueno y malo, cada palabra dicha, todo acto realizado y todo pensamiento, serán tratados con absoluta equidad y justicia. En ese día muchas excusas y apelaciones carecerán de valor y serán desechadas.

Por consiguiente, adoptad en vuestra vida, las cosas que intercederán a vuestro favor en el Día del Juicio. Tomad para vosotros las cosas de este mundo mortal que os sean de ayuda en ese Día y que puedan revelarse como imperecederas e inmortales (buenas acciones) Intentad conseguir la salvación y trabajad todo los posible para alcanzarla.

You may also like

Leave a Comment

This site is protected by reCAPTCHA and the Google Privacy Policy and Terms of Service apply.

The reCAPTCHA verification period has expired. Please reload the page.