285 características del Profeta Muhammad (BPD) según Al-Gazali

by Katie

SHAFAQNA – Descripción del Profeta Muhammad (BPD).
Por Mahmud Husein.

Tradiciones extraídas de un resumen de la eximia obra de Abu Hámid Al-Gazali, Ihiá’ ‘Ulúmi –d-Din (Revivificación de las ciencias de la fe), obra traducida por nosotros al castellano y sin publicar, cuyo título en árabe es Tadh-híb mau’izhatu –l-mu’minín min Ihiá’ Ulúmi –d-Din (Corrección de la advertencia a los creyentes, de la obra Revivificación de las ciencias de la fe), sin nombre de editorial, ni fecha de edición.

1. Cuando vestía una prenda nueva la mencionaba por su nombre, “túnica”, o “turbante” o “manto”, y luego agregaba: “¡Allahúmma! ¡A Ti es la Alabanza! Tú me la has dado como vestimenta ¡Te suplico lo mejor de ella y lo que para ella fue destinado, y me amparo en Ti de lo malo de ella y de lo malo que a ella le fue destinado”

2. Cuando bebía decía: “¡Allahúmma! ¡Da de beber a Tus siervos y a las bestias, y disemina Tu Misericordia, y da vida a Tu tierra muerta!”

3. Cuando bebía daba a continuación al que estaba a su derecha.

4. Cuando iniciaba la saláh (oración) decía: “¡Glorificado seas, Allahúmma, y en Tu Alabanza! ¡Bendito sea Tu Nombre y exaltada tu Majestad! ¡No hay otro Divino que Tú!”

5. Cuando era intenso el frío hacía la oración (del alba) más de mañana (más cerca de la salida del sol), y cuando era intenso el calor la hacía (la oración de la tarde) en el momento más fresco (retardándola)

6. Cuando intensificaba el viento imploraba: “Allahúmma! ¡Que sea fecundador y no esterilizador!”

7. Cuando alguien se quejaba de la cabeza le decía: “¡Ve y ponte ventosas!” y cuando se quejaba de sus pies le decía: “¡Ve y úntalos con henna !”

8. Cuando él (BP) tenía alguna dolencia, Gabriel (P) lo conjuraba diciendo: “Que el Nombre de Allah te sane, y de todos los males te cure, y del envidioso cuando envidia, y del que produce daños con sus ojos”

9. Cuando se acostaba (BP) ponía su mano derecha debajo de su mejilla derecha.

10. Cuando se acostaba recitaba (la sura): “Di: ¡Impíos! ¡No adoro lo que adoráis ..” (109 del Sagrado Corán) hasta terminarla

11. Cuando se acostaba por la noche decía: “En el nombre de Allah apoyo mis dos costados. ¡Allahúmma! ¡Indúltame de mi falta, expulsa mi demonio, libérame de mi sujeción, aumenta el peso de mi balanza (de las buenas acciones), y establéceme en la asamblea más elevada!

12. Cuando se acostaba por la noche ponía su mano debajo de su mejilla y decía: “En Tu Nombre Allahúmma (Dios mío) vivo y en Tu Nombre muero” y cuando despertaba decía “La Alabanza sea con Allah que nos dio vida luego de habernos dado muerte, y a El pertenece la Resurrección”

13. Cuando deseaba reposar ponía su mano derecha debajo de su mejilla y luego decía: “¡Allahúmma! ¡Evítame Tu castigo el Día en que resucites a Tus siervos! “ y lo decía tres veces.

14. Cuando quería dormir y estaba impuro, se aseaba como para el saláh (oración) Y cuando quería comer o beber y estaba impuro, lavaba sus manos y luego comía o bebía.

15. Cuando quería dormir estando impuro lavaba sus intimidades, y luego se aseaba como para la oración.

16. Cuando quería tomar el ihram (hábito de los peregrinos) se perfumaba con lo más exquisito que encontraba.

17. Cuando quería retirarse en solitario, rezaba la oración del alba y luego entraba en el lugar de su retiro.

18. Cuando quería invocar contra alguien o en favor de alguien hacía el qunút (súplica con las manos frente al rostro) Luego del rukú’ (inclinación durante el rezo) (extraído de Al-Bujári)

19. Cuando quería disponer el ejército para el combate decía: “¡Allah proteja vuestro Din (prácticas y creencias), vuestra lealtad y nobleza y las consecuencias de vuestras acciones!”

20. Cuando quería salir de viaje sorteaba entre sus esposas (para saber cuál lo acompañaba), y aquella que era favorecida salía con él.

21. Cuando quería realizar una excursión guerrera la disimulaba con otra.

22. Cuando tenía una dolencia se conjuraba a sí mismo con las fórmulas de conjuro (o refugio) y se purificaba a sí mismo pasando su mano (sobre la parte afectada)

23. Cuando amanecía o anochecía decía: “Amanecimos en la fítrah del Islam (la naturaleza humana pura) , la declaración de la sinceridad y pureza ( la creencia en la Unidad divina), el Din de nuestro Profeta Muhammad (BP) y la doctrina de nuestro padre Abraham, purificado y sometido, que no era uno de los idólatras (o asociadores)”

24. Cuando descubría que algunos de los miembros de su familia, (sus esposas) había mentido en algo, no cesaba de rechazarlo hasta que tuviera lugar su arrepentimiento.

25. Cuando vestía turbante, largaba los extremos de su turbante entre sus dos hombros.

26. Cuando desayunaba en lo de alguna gente (en cualquier época),decía: “Los ayunantes han desayunado en lo de vosotros, los piadosos ha comido de vuestra comida, y han descendido sobre vosotros los ángeles”

27. Cuando se desayunaba en lo de alguna gente decía: “Los ayunantes han desayunado en lo de vosotros y os han bendecido los ángeles”’

28. Cuando se desayunaba (después de su lapso de ayuno, en cualquier época) decía: “Huyó la sed, se nutrieron las venas, y la recompensa ha permanecido, si Allah lo quiere”

29. Cuando comía o bebía decía: “La Alabanza sea con Allah, que dio de comer y beber, y lo facilitó (lo hizo lícito) y le dio salida (del cuerpo)”

30. Cuando comía lamía sus tres dedos (con los que tomaba el alimento: pulgar, índice y medio de la mano derecha)

31. Cuando comía, sus dedos (con los que tomaba) no se multiplicaban ante él (es decir no tomaba repetidamente)

32. Cuando dos circuncisiones tenían lugar seguidas, se bañaba (entre ambas)

33. Cuando descendía a él la Revelación sufría y se le nublaba por ello el rostro.

34. Cuando la Revelación descendía a él inclinaba su cabeza y la inclinaban sus compañeros, y cuando se quitaba de él levantaba su cabeza.

35. Cuando terminaba su rezo se ladeaba (es decir se inclinaba un poco hacia el costado)

36. Cuando terminaba de rezar pedía tres veces Indulgencia (diciendo “Astagfirullah”) y luego decía: “¡Allahúmma Tú eres la Paz, y de Ti la Paz proviene. Te bendices a Ti mismo, Dueño de la Majestad y la Nobleza y Generosidad”

37. Cuando se acostaba en su cama decía: “¡La Alabanza sea con Allah que nos dio de comer, de beber, nos satisfizo, y nos dio morada, pues cuántos no tienen quién los satisfaga, ni tienen morada!”

38. Cuando tomaba juramento de la gente (bái’ah) les pedía (que digan): “En cuanto pueda (cumplirlo)”

39. Cuando enviaba a uno de sus compañeros por cualquiera de sus asuntos les decía: “¡Convocad y no espantéis (a la gente)! ¡Facilitad y no dificultéis!”

40. Cuando le era contado algo sobre una persona no preguntaba: “¿Cómo es que fulano dijo (eso)?”, sino que expresaba: “¿Cómo es que la gente dice tal y tal cosa”?

41. Cuando se despabilaba durante la noche decía: “¡No hay Divino sino Allah, Único, Imponente! Señor de los Cielos y de la tierra y de lo que hay entre ambos, Poderosísimo, Indulgentísimo”

42. Cuando decía algo lo repetía tres veces para que le fuera comprendido, y cuando visitaba a una gente y la saludaba (con el Salám, diciendo “As-Salámu ‘Alaikum”) la saludaba tres veces.

43. Cuando rezaba el taháyyud (rezo optativo durante la vigilia) daba el Salám cada dos rák’ah (al término de cada ciclo de dos, diciendo: “As-Salámu ‘Alaikum”)

44. Cuando hacía la ablución tomaba agua con una palma, la introducía bajo su mentón, y restregaba con ella su barba diciendo: “Así es como me enseñó mi Señor”

45. Cuando se aseaba restregaba su barba con el agua.

46. Cuando hacía la ablución tomaba una palma de agua con la que duchaba su miembro.

47. Cuando hacía la ablución tornaba el agua hacia sus dos codos.

48. Cuando hacía la ablución frotaba los dedos de sus pies (o entre ellos) con el dedo meñique.

49. Cuando le sucedía algo que lo alegraba se prosternaba en agradecimiento a Allah, exaltado sea.

50. Cuando se sentaba recogía sus manos.

51. Cuando lo acometía algo (contrario) rezaba.

52. Cuando juraba no faltaba al juramento, hasta que le era revelada la reparación del mismo (se refiere a que lo podía deshacer)

53. Cuando juraba decía: “¡Por Aquel en Cuyas Manos está el alma de Muhammad (BP)!”

54. Cuando temía de una gente decía: “¡Allahúmma! ¡Te hacemos su enemigo (lit.: “Te establecemos en sus gargantas!) y nos amparamos en Ti de su daño!”

55. Cuando salía de su casa decía: “En el Nombre de Allah, me encomiendo a Allah. ¡Allahúmma! ¡Nos amparamos en Ti de ser humillados, o de ser desviados, o de ser inicuos (injustos), o de que se nos haga iniquidad (injusticia), de ignorar (no reconocer el bien o el derecho de otro) o de que no se nos reconozca!”

56. Cuando salía de su casa decía: “¡En el Nombre de Allah! ¡Señor mío! ¡Me amparo en Ti de ser humillado o desviarme, u oprimir o ser oprimido, o de no reconocer o no ser reconocido (en mi derecho o bien)”

57. Cuando salía del excusado decía: “¡Tu Indulgencia (gufranak)!”

58. Cuando el día de la festividad (‘Id) él salía por un camino, retornaba por otro.

59. Cuando disertaba sus ojos se enrojecían, elevaba su voz, e intensificaba su enojo, como si fuera el arengador de un ejército. Decía: “¡Os dé mañanas y tardes (como saludo a la gente)!”

60. Cuando los diez días (primeros de la luna) ayunaba, vigilaba (o quedaba en vela), y despertaba a su familia (para ello)

61. Cuando entraba al excusado decía: “En el Nombre de Allah. ¡Allahúmma!, ¡Me amparo en Ti de lo pernicioso y de lo dañino y repugnante!”

62. Cuando entraba a la mezquita decía: “Me amparo en Allah, Infinito, en Su Rostro Nobilísimo, en Su Dominio eterno, contra Satanás el maldito” Y expresó: “Cuando se dice esto uno estará protegido por el resto del día”

63. Cuando entraba a la mezquita decía (lo mismo que antes, y agregaba): “¡Allahúmma! ¡Bendice a Muhammad y a la descendencia de Muhammad!”

64. Cuando llegaba a su casa comenzaba por asearse los dientes.

65. Cuando entraba a visitar un enfermo decía: “Que no sea nada. ¡Purificado serás si Allah quiere!”

66. Cuando llegaba (a lo de su familia) preguntaba: “¿Tienen algo de comer?”, y, si se le respondía que no, agregaba: “Haré ayuno”

67. Cuando suplicaba comenzaba por sí mismo.

68. Cuando recordaba a alguien para suplicar por él empezaba por sí mismo.

69. Cuando suplicaba ponía la palma de su mano dirigida hacia su rostro.

70. Cuando sacrificaba un cordero decía: “Llevad de él a los amigos de Jadíyah”

71. Cuando veía la lluvia exclamaba: “¡Allahúmma! ¡Hazla una precipitación beneficiosa!”

72. Cuando veía la luna en creciente exclamaba: “¡Allahúmma!, ¡Hazla crecer para nosotros en la seguridad y la Fe, en la paz y el Islam! ¡Mi Señor y el tuyo es Allah!”

73. Cuando veía aquello que le gustaba exclamaba: “¡La Alabanza sea con Allah, que por Sus mercedes se perfeccionan los beneficios!” Y cuando veía lo que detestaba exclamaba: “¡La Alabanza sea con Allah en toda circunstancia!”

74. Cuando algo lo atemorizaba decía: “¡Allah, Allah es mi Señor, no hay asociado a El!”

75. Cuando felicitaba a la persona recién casada decía: “¡Allah te bendiga y en Ti bendiga, y os reúna a ambos en el bien!”

76. Cuando se ponía su mesa decía: “¡La Alabanza sea con Allah, una abundante alabanza, perfecta por la que obtengamos bendición! ¡La Alabanza sea con Allah que nos abastece y nos protege, sin que El tenga necesidad de ser abastecido, ni sea objeto de ingratitud, ni sea perjudicado, ni sea posible prescindir de Él! ¡Él es nuestro Señor!”

77. Cuando se inclinaba en oración enderezaba su espalda al punto que si le fuera arrojada agua ésta hubiese reposado en ella.

78. Cuando se inclinaba en oración separaba sus dedos y cuando se prosternaba los unía.

79. Cuando se inclinaba en oración decía: “Glorificado sea mi Señor Infinito y en Su Alabanza”

80. Cuando se prosternaba decía: “Glorificado sea mi Señor Elevadísimo y en Su Alabanza”

81. Cuando arrojaba los guijarros en la época de la Peregrinación iba hacia allí de frente y volvía atrás de espaldas.

82. Cuando arrojaba los guijarros de ‘Áqabah lo hacía de largo, sin detenerse.

83. Cuando se prosternaba apartaba sus brazos hasta vérsele la blancura de sus axilas.

84. Cuando se alegraba su rostro resplandecía como si fuera la aureola lunar.

85. Cuando saludaba al final de la oración no reposaba sino el tiempo de decir: “¡Tú eres la Paz, y la Paz de Ti proviene, Te bendices a Ti Mismo, Dueño de la Majestad y la Nobleza y Generosidad!”

86. Cuando escuchaba al pregonero (el almuédano que llama a la oración) repetía lo que éste decía hasta que decía, “¡venid a la oración! “, “¡venid a la salvación (o al éxito)!”, y entonces replicaba: “¡No hay Poder ni Fuerza sino en Allah!”

87. Cuando escuchaba dar testimonio al pregonero (de la oración) replicaba: “Y yo también, y yo también (lo doy)”

88. Cuando escuchaba (que alguien tenía) un nombre malo lo cambiaba por otro mejor.

89. Cuando bebía respiraba tres veces diciendo: “Es más provechoso, saludable y salubre”

90. Cuando subía el estrado (para disertar) saludaba (a los presentes)

91. Cuando rezaba (la oración) del alba se quedaba sentado en su lugar de oración hasta que salía el sol.

92. Cuando rezaba (la oración) del alba estando de viaje lo hacía alejándose poco de su montura.

93. Cuando ya había rezado los dos ciclos del alba se acostaba sobre su lado derecho.

94. Cuando rezaba alguna oración lo hacía con firmeza.

95. Cuando omitía las cuatro (prosternaciones) del mediodía las rezaba después del mediodía (a la tarde)

96. Cuando iniciaba la oración elevaba sus manos abiertas (hasta los oídos)

97. Cuando se levantaba a la noche para rezar comenzaba su rezo con dos prosternaciones ligeras.

98. Cuando se levantaba a la noche restregaba su dentadura con el siuák (palo de limpiar los dientes)

99. Cuando recitaba (el Sagrado Corán): “¡Glorificado sea el Nombre de tu Señor Elevadísimo!, decía: “¡Glorificado sea mi Señor elevadísimo!”

100. Cuando recitaba (el Sagrado Corán) por la noche elevaba su voz un rato, y la bajaba otro rato.

101. Cuando circunvalaba el Templo (de la Ká’bah) se dirigía a la piedra y al pilar en cada vuelta.

102. Cuando vivaqueaba (estaba de tienda) y debía pasar la noche, ponía un almohadón bajo su costado derecho, y cuando vivaqueaba antes de salir el día ponía su cabeza sobre su mano derecha y elevaba su antebrazo.

103. Cuando el viento ululaba decía: “¡Allahúmma! ¡Te suplico por lo mejor de él y lo mejor de lo que hayas enviado con él y me amparo en Ti de su daño y del daño de lo que hayas enviado con él!”

104. Cuando estornudaba alababa a Allah y si se le decía: “¡Allah te dé Misericordia: “ respondía: “¡Allah os guíe y perfeccione vuestra conciencia!”

105. Cuando estornudaba ponía su mano o la acercaba a su boca y con ella aminoraba su sonido.

106. Cuando hacía algo lo hacía con firmeza y cumplidamente.

107. Cuando salía de incursión decía: “¡Allahúmma! ¡Tú eres mi apoyo, mi auxiliador! ¡Por Ti me movilizo, por Ti ataco y por Ti combato!

108. Cuando se enojaba enrojecían sus mejillas.

109. Cuando terminaba de sepultar a un muerto se paraba ante él y decía: “¡Pedid la Indulgencia de Allah para vuestro hermano, y rogad a Allah por la firmeza (en el juicio de la tumba), porque ahora es interrogado!”

110. Cuando se erguía en el estrado sus compañeros dirigían su rostro hacia él.

111. Cuando volvía de un viaje era recibido.

112. Cuando volvía de un viaje iba al encuentro de los niños de su familia.

113. Cuando se le servía comida decía: “¡En el Nombre de Allah!”, y cuando terminaba (de comer) decía: “¡Allahúmma! Has dado de comer y de beber, diste suficiente y satisficiste, guiaste y elegiste. “¡Allahúmma! A Ti, pues, es la alabanza por lo que Tú diste”

114. Cuando regresaba de una incursión, de una peregrinación o de una visitación (a la Ká’bah) engrandecía sobre todo lugar elevado de la tierra, (diciendo “Alláhu Ákbar” tres veces), luego decía: “No hay divino sino Allah, Único sin asociados, Suyo es el Reino y Suya es la Alabanza y El es Omnipotente. (Volvemos) habiéndonos arrepentido, enmendado, devocionado, prosternado y a nuestro Señor alabado. El confirmó Su promesa, dio la victoria a Su sirvo y dispersó, El sólo, a los coaligados en Su contra”’

115. “Cuando había dátiles frescos no desayunaba sino de ellos y cuando no los había desayunaba solamente de los de pasas”

116. Cuando se inclinaba o prosternaba (en su rezo) decía: ¡Glorificado seas y en Tu Alabanza! ¡Te pido la Indulgencia y a Ti me arrepiento!”

117. Cuando estaba de ayuno mandaba a una persona elevarse sobre algo y cuando ésta decía: “El sol se puso” desayunaba.

118. Cuando realizaba una oración a solas no se levantaba (de cada movimiento) antes de haberse sentado.

119. Cuando llegaba el día anterior al tarauí`ah (tomada de bebida, uno de los actos de la Peregrinación) disertaba ante la gente y les informaba de sus ritos.

120. Cuando estaba de residencia realizaba el retiro de los diez últimos días de Ramadán y cuando estaba de viaje (en ese período) hacía veinte días de retiro al año siguiente” Cuando era día de festividad cambiaba de camino (de ida y de vuelta a su casa)”

121. Cuando algún suceso lo angustiaba decía: “¡Viviente, Subsistente! ¡A Tu Misericordia pido auxilio!

122. Cuando lo acosaba una preocupación o una angustia decía: ¡Viviente, Subsistente! ¡A Tu Misericordia pido auxilio!

123. Cuando detestaba algo se lo veía en su rostro.

124. Cuando vestía una túnica empezaba por su (brazo) derecho.

125. Cuando alguno de sus compañeros lo encontraba y se detenía (a conversar con él), él se detenía allí y nunca se iba hasta que fuera la persona la que se iba. Y cuando uno de sus compañeros lo encontraba y tomaba su mano, él se la daba y nunca la quitaba hasta que fuera la persona la que quitaba su mano de él. Y cuando encontraba a uno de sus compañeros y le solicitaba su atención, lo atendía sin que nunca dejara de oírlo hasta que fuera la persona la que se retiraba de él.

126. Cuando una persona de sus compañeros lo encontraba él lo ungía (con la mano) y suplicaba por él.

127. Cuando acontecía un signo de temer, se amparaba (en Allah), y cuando acontecía un signo de Misericordia imploraba pidiendo, y cuando acontecía un signo que requería eximir a Allah (de asociarle con cualquier cosa) glorificaba,

128. Cuando enfermaba alguno de los de su familia lo conjuraba con los conjuros (del Sagrado Corán)

129. Cuando caminaba (era como si) se desprendiera.

130. Cuando caminaba no volvía su rostro.

131. Cuando marchaba caminaban sus compañeros delante suyo y dejaban su espalda para los ángeles.

132. Cuando se despertaba a la noche o estaba enfermo rezaba de día doce prosternaciones.

133. Cuando se iba a dormir ponía su mano derecha debajo de su mejilla y decía: “¡Allahúmma! ¿Líbrame de Tu Castigo el Día en que resucites a Tu siervo!”

134. Cuando descendía a él la Revelación se apesadumbraba, y de su frente caían gotas, como si fueran gotas de plata, aún cuando hacía frío.

135. Cuando despedía a una persona, lo tomaba de la mano y no la dejaba hasta que fuera la persona la que quitaba su mano y expresaba: “Allah preserve tu Din (creencias y prácticas buenas) y tu fe y confianza y las consecuencias de tus obras!

136. Cuando sepultaba al muerto en su sepulcro decía: ¿En el Nombre de Allah y en Allah y por la Causa de Allah y en la doctrina del Mensajero de Allah”

137. No se aseaba después de bañarse

138. No se satisfacía con los dátiles magros

139. No salía (de su casa) el Día del Desayuno (luego del ayuno) hasta haber comido y no comía el Día del Sacrificio hasta haber sacrificado.

140. Nunca dejaba de efectuar cuatro (prosternaciones) antes de mediodía y dos antes (de la oración) del alba.

141. Nunca dejaba de ayunar los días blancos (de la luna llena) estuviera de viaje o de residencia.

142. No abandonaba la vigilia de la noche, y cuando estaba enfermo o muy fatigado oraba sentado.

143. No ahuyentaba de sí a la gente ni ellos lo abandonaban.

144. No repetía más de tres veces (algo)

145. No rechazaba lo bueno (o lo exquisito y aromático)

146. Nunca se le pedía nada sin que lo diera o se callara.

147. No tomaba la mano de la mujer cuando le juraba lealtad.

148. No rezaba las dos prosternaciones (después de la oración) del yumú’ah (congregacional del viernes) ni las dos prosternaciones posteriores al ocaso, sino en lo de su familia.

149. No rezaba el ocaso hasta desayunarse, aunque fuera con un sorbo de agua.

150. No rezaba en absoluto antes (de la oración) del Id y cuando volvía a su casa rezaba dos prosternaciones.

151. No le afectaba ninguna herida ni pinchazo sin que le pusiera henna.

152. No reía sino que sonreía (o bien su risa era la sonrisa)

153. No caía a lo de su familia de noche.

154. No prolongaba la advertencia el día del Yumú’ah.

155. No conocía la división de los capítulos (del Sagrado Corán) hasta que no le era revelado Bismi -l-Lahi –r-Rahmáni –r- Rahím.

156. No recitaba del Sagrado Corán menos de tres versículos.

157. No se levantaba de su asiento (o de su lugar) sin decir: “¡Glorificado seas Allahúmma (Dios mío), Mi Señor y en Tu Alabanza, no hay Divino más que Tu! ¡Te pido Indulgencia y a Ti me vuelvo arrepentido!” (Subhanaka Allahúmma Rabbi ua bihamdika la Iláha illa anta. Astagfirullah ua atubu alaika) Y di al respecto: “No lo dirá nadie cuando se levante de su asiento sin que sea perdonado de todo lo que hubiera hecho en esa asamblea”’

158. No se le pedía nada que él no lo hiciera en el acto.

159. Casi nunca decía “no” a nada. Y cuando se le pedía algo y deseaba hacerlo decía “sí”, y cuando no deseaba hacerlo se callaba..

160. No mezquinaba nada cuando se le pedía.

161. No volvía la cabeza atrás cuando caminaba.

162. No dormía sin que su siuák (elemento de limpieza dentaria), estuviera junto a él, y cuando se despertaba comenzaba por (asearse con) él.

163. Iba a ver a los débiles (o indigentes) de entre los musulmanes, los visitaba, asistía a sus enfermos y presenciaba sus velorios.

164. comía el melón (o la sandía, o el zapallo) con los d tiles nuevos y decía: “El ardor de éste elimina el frío de aquél y el frío de este el ardor de aquél”

165. comía los pepinillos (o cohombros) con d tiles nuevos.

166. comía de lo que se le obsequiaba, pero no de lo que se le daba en caridad.

167. comía con tres dedos y lamía su mano (los dedos con los que comía) antes de asearla.

168. comía lo que era asado al fuego, y luego rezaba sin ablución.

169. Ordenaba que debíamos conjurarnos del mal de ojo.

170. Ordenaba realizar la contribución obligatoria (zakáh) antes de emprender por la mañana la oración del desayuno (el día de la festividad respectiva)

171. Ordenaba la manumisión de esclavos en las oraciones de eclipse.

172. Ordenaba cambiar los emblemas (¨) por contradicción a los persas (o no-árabes)

173. Ordenaba a sus hijas y esposas salir en las dos festividades (Id Al-Fitr e ‘Id Al-Adha)

174. Ordenaba al que se hacía musulmán circuncidarse.

175. Ordenaba cuando una de ellas (de las mujeres de su familia, Fátima en especial) quería dormir alabar 33 veces (diciendo Al-Hámdu lil-Láh) glorificar 33 veces (diciendo Subhána Allah), y engrandecer 33 veces (diciendo Alláhu Ákbar) [En otro hadíz dice engrandecer 34 veces]

176. Cuando desayunaba comenzaba por los dátiles.

177. Era m s bien de cuello largo.

178. Enviaba (a alguien) a los surtidores de agua potable y le era traída. La tomaba y suplicaba por la bendición de las manos de los musulmanes.

179. Permanecía con su familia noches enteras seguidas sin tener qué cenar, y lo m s frecuente para ellos era el pan de cebada.

180. Vendía (de la producción) de las datileras de Banu Nadir, y reservaba para su familia la subsistencia de un año.

181. Prefería ayunar (optativamente) los lunes y jueves.

182. Usaba anillo de plata.

183. Usaba anillo en su izquierda (Múslim)

184. Usaba anillo en su derecha (Bujári)

185. Se retraía en sus marchas para estimular al débil y acompañarlo, y suplicaba por él.

186. Se conjuraba de los genios demoníacos y el mal de ojo, hasta que fueron revelados los dos conjuros (los capítulos ll3 y 114 del Sagrado Corán), y desde que se conocieron recurrió a ellos dejando todo otro conjuro.

187. Se conjuraba de la aflicción de la desgracia, la consecuencia de la desdicha, la nocividad del destino y la malicia de los enemigos.

188. Daba las buenas nuevas y nunca las malas noticias, y quería el nombre bello (de las personas)

189. A modo de ejemplo (o refrán) decía la poesía: “Te vendrá con la noticia el que no tenga nada que ofrecerte” (traducción aproximativa)

190. Si se aseaba, y luego iba a rezar, no hacía su ablución.

191. Hacía la ablución para cada oración (Bujári)

192. Hacía la ablución (después de comer) lo asado al fuego.

193. Hacía la ablución de a una vez (por cada miembro que debía asear) de a dos o de a tres. Todo ello lo hacía.

194. Era invitado a comer pan de cebada y manteca rancia.

195. Suplicaba ante la aflicción: “No hay divino más que Allah, Infinito, Compasivísimo; no hay divino más que Allah, Señor del Trono Infinito, no hay divino más que Allah, Señor de los siete cielos y Señor de la tierra, y Señor del Trono Nobilísimo”

196. Faenaba la res de sacrificio con sus propias manos.

197. Recordaba a Allah, exaltado sea, en todas sus circunstancias.

198. Soltaba su túnica delante de él y la alzaba por detrás.

199. Hacía montar con él, ponía su comida sobre el suelo, respondía a la invitación del siervo, y montaba en asno.

200. Montaba en asno, remendaba sus sandalias, cosía su vestimenta, vestía de lana y decía: “El que se sienta exento de mi Súnnah (práctica), no es de los míos”

201. Visitaba a los defensores (suyos de Medina), saludaba a sus pequeños, y acariciaba sus cabezas.

202. Prefería la súplica compendiosa (abarcadora), y dejaba lo que no fuera esto.

203. Prefería salir de viaje un jueves.

204. Le era traída el agua potable de los abrevaderos (en otra versión: le era traída el agua pura para beber de las fuentes o pozos de abrevadero)

205. Pedía la Indulgencia tres veces para la vanguardia, y para la segunda fila sólo una.

206. Bebía de a tres sorbos, en el primero nombraba a Allah y en el último le alababa (o agradecía)

207. Gesteaba en el saláh (la oración)

208. Acercaba a la gata la vasija, y ella tomaba, luego él se aseaba con el sobrante.

209. Rezaba al alba cuatro (prosternaciones, dos optativas y dos preceptuadas), y aumentaba (a ello) lo que deseaba (lit. “lo que Allah quisiera”)

210. Rezaba al alba seis prosternaciones.

211. Rezaba a la madrugada de a dos prosternaciones, luego iba y se aseaba los dientes (con el siuák) Rezaba entre la oración del ocaso y la de la noche.

212. Rezaba sobre su montura hacia donde esta lo dirigiera y cuando quería orar una prescrita bajaba y se orientaba hacia la Qiblah, (orientación ritual hacia la Ká’bah)

213. Rezaba con sus sandalias (puestas)

214. Rezaba cuatro (prosternaciones optativas) antes del mediodía, cuando el sol comenzaba a declinar y decía: “Las puertas del cielo son abiertas cuando el sol comienza a declinar”

215. Rezaba antes del mediodía dos prosternaciones, y dos después de él; dos prosternaciones en su casa después (de la prescrita del ocaso); y después (de la prescrita) de la noche dos prosternaciones. No rezaba después de Yumú’ah (la oración congregacional de los viernes) hasta irse y rezar dos prosternaciones en su casa.

216. A la madrugada rezaba trece prosternaciones, entre ellas el witr (la impar de sentado al final de la oración) y las dos optativas de antes) del Alba.

217. Ayunaba en el mes los sábados, domingos y lunes y de la última parte del mes los martes, miércoles y jueves.

218. Ayunaba del principio de cada mes tres días y raras veces se desayunaba el día viernes.

219. Sacrificaba dos corderos similares (o de a pares) agraciados y (cuando lo hacía) pronunciaba el Nombre divino y engrandecía a Su Señor.

220. Golpeaba (las vasijas) de embriagantes (para romperlas y derramar el líquido) con su calzado y con la vara de palma.

221. Alimentaba a los caballos.

222. Gustaba cuando salía por sus menesteres escuchar: “¡Tú, el recto (o sensato), ¡Tú, el diligente!”

223. Gustaba (comer) la parte trasera del animal.

224. Gustaba beber lo frío y dulce.

225. El y una de sus esposas se bañaban de un solo recipiente.

226. Higienizaba su ropa, ordeñaba su oveja y se atendía a sí mismo.

227. Besaba a alguna de sus esposas y luego rezaba sin hacer la ablución.

a. Besaba (a sus esposas) estando de ayuno.

228. Aceptaba las ofrendas y las retribuía.

229. Entrecortaba su recitación versículo por versículo. Decía: “Al-Hámdu lil-Lahi Rabbil ‘Alamín,” y luego se detenía, “Ar-Rahmáni-Rahím”, y luego se detenía.

230. Gustaba (comer) de la pierna (del animal)

231. Gustaba de la visión del sueño bueno.

232. Gustaba del aroma exquisito.

233. Gustaba de tomar en su mano las ramas de palmera.

234. Gustaba de los buenos augurios, y detestaba el mal agüero.

235. Gustaba de la calabaza.

236. Gustaba de enfrentarse al enemigo cuando el sol comenzaba a declinar.

237. Cuando se acercaba era reconocido por su aroma exquisito.

238. Completaba la glorificación (el decir “Subhána Allah” (“glorificado sea Allah), (es decir hacía tantas como el número de sus dedos o de sus falanges)

239. Repetía las palabras (tres veces) para que se le comprendieran.

240. Se bañaba sólo con un recipiente y se aseaba sólo con una medida (mínima)

241. Las últimas palabras del Profeta (BP) fueron “¡Al-saláh, al-saláh!” (la oración, la oración) ¡Temed a Allah en aquello que domina vuestra diestra (es decir en vuestras mujeres)!” Lo último que habló fue que dijo: ¡Allah castigue a los judíos y a los cristianos por haber tomado a los sepulcros de sus Profetas como lugares de oración! ¡No habrá dos religiones en tierra de los árabes.

242. El Profeta (BP) tenía a la mentira como el peor de los vicios.

243. El más querido de los colores para él era el verde.

244. La mejor de las vestimentas para él era el manto (o la amarilla o la rayada)

245. La mejor de las vestimentas para él era la túnica (qamis)

246. La mejor de las prácticas (Din) para él era aquella en la que su realizador perseveraba.

247. La mejor de las bebidas para él era la dulce y fría.

248. El mejor de los meses para que él ayunara era Sha’bán (el octavo mes, que luego continuaba con el ayuno de Ramadán el noveno mes)

249. El mejor de los bocados para él era el muslo de cordero.

250. La mejor de las actividades para él era aquella en la que se perseveraba aún cuando fuera poca.

251. Era la mejor persona en carácter.

252. Era complexo (de mediana estatura) no muy alto, ancho de espaldas liso de pómulos y cachetes, muy oscuro el pelo, de ojos negros, de largas pestañas. Cuando pisaba lo hacía con su totalidad. No tenía arco plantar. Cuando se quitaba la túnica de sus hombros, era como si ellos fueran plata fundida.

253. Era la mejor persona, la más generosa, la más valiente.

254. Era el de más bello rostro, el mejor en carácter. No era alto en exceso, ni bajo.

255. Era el de más breve saláh (oración) cuando rezaba con la gente, y el de más larga oración cuando rezaba solo.

256. Era el más breve y completo en rezar con la gente.

257. Cuando llegaba a la puerta de una gente no la encaraba de frente, sino que lo hacía por su costado derecho o izquierdo diciendo: “As-salámu ‘alaikum (la Paz sea con vosotros) dos veces.

258. Cuando visitaba a un enfermo o le era traído decía: “¡aleja el mal, Señor de las gentes! ¡Cúralo pues Tú eres el Curador! ¡No hay curación más que la Tuya, una curación a la que no desaloja enfermedad alguna!” Cuando le acontecía algo que le alegraba exclamaba: “¡La Alabanza sea con Allah, que por Sus Mercedes se cumplen los beneficios,”, y cuando le acontecía algo que detestaba decía: “¡La Alabanza sea con Allah en toda situación!”

259. Cuando venía a él alguien que tenía un nombre que al Profeta (BP) no gustaba, se lo cambiaba.

260. Cuando le traían beneficios (ganancias) lo repartía el mismo día, dando a su familia dos partes y a los ajenos una.

261. Cuando unas personas le traían caridades exclamaba: “¡Allahúmma! Bendice a la familia de fulano (es decir del donante)”

262. Cuando le traían las primicias de los frutos, los ponía sobre sus ojos, luego sobre sus labios… y luego lo daba a los más jóvenes que estaban con él”

263. Cuando le traían comida preguntaba: “¿Es un presente o una caridad?” y si se le decía que era una caridad, les decía a sus portadores: “¡Comed!”, pero él no comía, y cuando se le decía que era un presente, extendía su mano y comía con ellos.

264. Cuando sus esposas tenían una indisposición o abatimiento, ordenaba hacer caldo y luego les ordenaba beberlo y decía: “Fortifica el corazón del afligido y quita la preocupación del corazón del enfermo, como se quita con el agua en cualquiera de vosotras la suciedad de su rostro”

265. Decía a cualquiera de ellos (de sus compañeros) cuando les censuraba: “¿Que es lo que pasa que se empañó tu rostro (lit. “frente”) con el mal?”

266. Se levantaba cuando escuchaba gritar a alguien.

267. Permanecía en vigilia hasta que sus pies se le agrietaban.

268. El día del desayuno (después de Ramadán) engrandecía (diciendo Alláhu Ákbar) desde que salía de su casa hasta llegar al lugar de rezo.

269. Abundaba en recuerdo (de Allah), omitía los desatinos, prolongaba el saláh (la oración), abreviaba la disertación (de los viernes) y no despreciaba ni se ensoberbecía de caminar junto a la viuda, el indigente y el siervo para satisfacerles sus necesidades.

270. Detestaba los caballos con manchas blancas en su frente,

271. Detestaba la inquisición y el cuestionamiento y lo vituperaba. Y cuando Abu Razin le preguntaba algo él le respondía y lo sorprendía.

272. Detestaba tomar de la parte principal de una comida servida.

273. Calzaba sandalias de piel curtida y amarilleaba su barba con el aurs (una planta que tiñe rojo) y con el azafrán.

274. Visteaba en el saláh (la oración) a derecha e izquierda, pero nunca, (ni en ella ni fuera de ella) torcía su cuello hacia detrás de su espalda (es decir nunca daba vuelta la cabeza hacia atrás)

275. Pegaba su pecho y su cara en el Multazim (un sector de la bendita Ká’bah)

276. Alargaba su voz al recitar el Sagrado Corán pronunciadamente.

277. Pasaba junto a los niños y los saludaba.

278. Caminaba con una marcha por la que se le conocía que no era ni nulo ni perezoso.

279. Dormía la primera parte de la noche, y permanecía despierto la última parte.

280. Faenaba sus sacrificios en el lugar de oración.

281. Se retiraba de la oración hacia su derecha.

282. Soplaba sobre los conjuros.

283. Rezaba lo optativo sobre los camellos (cuando estaba de viaje)

284. Rezaba lo optativo del principio de la noche del medio y del final.

285. Jugaba con Záinab, la hija de Ummu Sálama, una de sus esposas y decía repetidamente: “¡Zainabita, Zainabita!” (ia Zuainaba ia Zuainaba)

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